jueves, 12 de diciembre de 2013

Celebrar “Navidad” sin celebrar el “Consumismo”






Se acerca la navidad, los muñecos de nieve, los caramelos de
menta, el chocolate caliente, las bufandas y los abrigos… Ok, no. La navidad
aquí en esta zona del mundo es un poco distinta a como “lo pintan” los gringos,
en vez de encerrarnos en nuestras casa alrededor del fuego de la chimenea,
salimos a compartir con otros (aunque sean las 1 de la madrugada), en vez de
tomar chocolate caliente, nos viene mejor algo bien helado, quizás una bebida,
un jugo, etc.





Pero bueno, a pesar de que la navidad en el hemisferio sur
llega en un clima de verano, muy caluroso, podemos ver que aun así hay
similitudes con el hemisferio sur, en como lo festejamos. Por ejemplo, cenar
con la familia, invitando a familiares lejanos, amigos, o lleno a visitarles a
ellos, decorar un árbol de pascua y el afán materialista por comprar “regalos”.







Sin duda en el último caemos muchos. Es como que todo el
universo conspirara contra ti y tu bolsillo durante estas fiestas. Gracias a
Dios debido a la conciencia colectiva (opacada por las tiendas y los medios) de
que el Consumismo y el Materialismo no son
algo correcto,
es que muchos creemos y afirmamos que algo más importante se
celebra estas fechas.





El problema está que como dije antes, todo conspira y nos
mete el “comprar” por la boca como si fuese nuestra obligación. Debido a esto y
a nuestra facilidad de seguir todo lo que la corriente arrastre es que muchos
cristianos caemos en este por así llamarlo “dilema de navidad”: las compras.
Estirar el billete lo que más alcance y tener regalos hasta para el perro del
vecino.





Pero nos olvidamos que es a JESUS a quien celebramos esta fecha, y déjame decirte que no creo
que este mal el tema de los regalos, pues, Jesús nos llegó como un regalo. Un
regalo es algo que no necesariamente merezcamos pero que alguien se dignó a
dártelo sin pedir a cambio algo que se le equipare (como muchos piensan que es
y se sienten en deuda).





Y como celebramos el nacimiento de la razón de nuestra vida
es que debemos hacerlo de una manera centrada y autentica. No tiene sentido
endeudarse a 24 cuotas pagando el 40% más de lo que realmente vale el producto
para demostrarle a la otra persona que le importas o quieres hacerle un
presente.












Entonces, fuera de todas nuestras tradiciones y costumbres
durante esta navidad, ¡celebremos!, ¡hagamos fiesta! Porque JESÚS vino a este
mundo, vino a nuestra vida a llenarla de amor, de paz y de abundante gracia
.
Celebremos en familia, hagamos una fiesta aparte de ésta corriente de
consumismo, invitemos a amigos y compañeros a unirse a nosotros en este
espíritu, el verdadero espíritu de la navidad.

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